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13/07/2013

Etapa 14: Tan cerca, tan lejos

Ganar una etapa en el Tour de Francia es algo muy complicado, es cumplir el sueño de todo niño que quiere ser ciclista. Muy pocos son los que tienen condiciones para hacerlo, pero muchos menos los que lo consiguen. Aquellos que lo han logrado no tienen palabras para describir que significa ese momento y muchos menos aquellos corredores humildes que han vivido pocos días de gloria en su trayectoria. Vencer en la mejor prueba del mundo es una hipótesis muy lejana para muchos.  Etapa 14: Tan cerca, tan lejos

Hoy Julien Simon ha estado muy cerca de cumplir su sueño y durante los últimos kilómetros de la etapa parecía que lo tenía al alcance de la mano. Tenía fuerza, era rápido, ha atacado en el momento preciso y entre el resto de fugados no se estaban entendiendo...hasta que sí lo han hecho, desgraciadamente para nuestros intereses a tiempo para cazarle a menos de 1000 metros de la meta. Cuando ha sido absorbido por los otros escapados ha sido un golpe para el equipo que lleva peleando en todas y cada una de las etapas por alzar los brazos y nunca lo hemos tenido tan cerca. Internamente la sensación es de rabia y orgullo y más con un corredor que se ha quedado con la miel en los labios en dos ocasiones. Se quedó a un segundo del maillot amarillo en la tercera jornada en Córcega y hoy se ha quedado sin dejar su nombre escrito en la historia de la carrera. Pero estamos orgullosos de él y de una escuadra que se está mostrando como la más combativa de la prueba y que día a día demuestra los motivos de su invitación.

CoppiSon muchas las historias de corredores que, al igual que Simon, se han quedado muy cerca de vencer. Sin duda la más recordada y posiblemente la más dramática fue en 1989, la última vez que el Tour acabó con una contrarreloj. Era una crono corta, de 24 kilómetros y el ídolo local, Laurent Fignon, sacaba 50 segundos a Greg Lemond. París esperaba celebrar la victoria de su corredor, que lo tenía todo en su mano con un público entregado y con la seguridad que le daba haberse hecho con el Giro unos meses antes . El ganador de la prueba en 1983 y 1984 había hecho más méritos que el estadounidense para ganar. Pero Lemond consiguió ganar el Tour de Fracia imponiéndose a Fignon en la última contrarreloj por 58 segundos, 8 segundos de diferencia en la general. La decepción para Fignon y para el país fue tremenda y un golpe que el parisino nunca pudo superar porque jamás volvió a pelear por subirse a lo más alto del podium en una de las grandes. Hubo muchas teorías sobre lo que le pudo suceder a Fignon pero hubo una que sorprendió a todos. Ese mismo año, se realizó un estudio que simuló la contrarreloj antes mencionada. Los resultados de su estudio indicaron que el hecho de que Fignon utilizara una bicicleta standard (y no de contrarreloj), que no utilizara casco aerodinámico, que llevara el pelo largo y colgantes y que utilizara un manillar de cuerno de cabra le supusieron una pérdida de 1 minuto y 30 segundos en los últimos 24 kilómetros. El autor concluyó que la victoria de Lemond ese día se debió a la posición adoptada sobre la bici y a la ropa que utilizó más que otros factores biológicos o de entrenamiento.

CoppiY es que la importancia de la bicicleta ha sido clave en el devenir de las pruebas ciclistas. Lemond fue un innovador con un prolongador añadido al manillar que pudo ser determinante esa última etapa de 1989.Otro gran y meticuloso innovador fue años antes Cyrille Guimard con Van Impe, luego la Renault y sus potros cuyo más famoso fue Bernard Hinault. En 1979, otra revolucion . Es el periode « profil ». Cuadro con tubos ovalizados, cables escondidos dentro del manillar, llantas perfiladas y rápidamente lenticulares o llanas. Estamos en la penetracion en el aire, se habla ya de CX y de los túneles del viento. Hay que ganar segundos por kilómetro y cambiar posturas con el ergonómetro. La competencia sigue el movimiento y aparecen ensayos , inventores y túneles del viento por todos lados. En 1985 llegan los pedales automáticos lo que supuso el adios del calapié. Hoy en día parecen cosas evidentes pero en su momento fueron una gran revolución dentro del pelotón y del mercado.

Coppi

Mañana llega el Mont Ventoux, donde ni las bicicletas, ni las estrategias ni otros factores serán determinantes. Sólo las fuerzas de los corredores. La subida a la mítica cima estará rodeada de un gran ambiente debido a que es el día de la fiesta nacional francesa así que habrá espectáculo. Desde allí os lo contaremos.

 

Esto es todo amigos. Un saludo desde Lyon!