A sus casi 42 años es el primero de la general y ha mostrado una fortaleza superior al resto de sus rivales que no han podido seguir su ritmo en las duras rampas de la montaña andaluza. No recuerdo un caso igual en este deporte y el ejemplo más cercano en el tiempo es Cadel Evans que ganó el Tour con 34 "primaveras". Desde luego Horner está ante la gran oportunidad de su vida y seguro que su corazón estos días late más de lo normal porque por mucha experiencia que pueda tener nadie puede controlar sus emociones pero su edad puede hacerle llevar esta situación con más tranquilidad. El ciclismo es fuerza, táctica, preparación pero sobre todo es emoción.

A lo largo de todos mis años siguiendo la carrera he visto muchos tipos de ciclistas que transmitían en mayor o menor medida sus emociones pero hay uno que siempre me llamó la atención porque era diferente al resto: Chava Jiménez. Era un hombre de sentimientos encontrados, de constantes altibajos pero era siempre su corazón el que le impulsaba y el que marcaba su vida personal y profesional. Si tenía un día bueno era insuperable; si se levantaba con el pie izquierdo le caía una minutada. Eso le llevó a ser muy irregular y no alcanzar las cotas que con su clase pudiese haber alcanzado pero por otro lado eso encandilaba al público. Era un corredor muy mediático y su forma de correr generaba admiración entre unos aficionados ávidos de ciclistas puros, de raza, escaladores que atacasen sin pensar en las consecuencias. Jamás olvidaré la etapa del Angliru cuando apareció entre la niebla para arrebatarle el triunfo al ruso Pavel Tonkov la primera vez que se ascendía a la mítica cumbre asturiana. Fue una jornada épica, inolvidable y sólo alguien como él pudo hacer algo similar. Dirigirle era muy complicado pero a la vez era una experiencia única. Tenía mucho éxito porque tenía muy buena planta, piernas fuertes y decían que era muy atractivo, nada que ver con el perfil de los grandes "grimpeurs" de antaño o incluso los actuales. En su época coincidió con Marco Pantani y eran muy similares: ambos funcionaban por impulsos, generaban pasión en los espectadores y eran incontrolables. Recuerdo la famosa polémica entre Chava y Olano en la Vuelta del 98 cuando ambos en el mismo equipo pelearon por el liderato. El guipuzcoano se llevó la general y el abulense 4 etapas y sus ataque generaron mucha controversia porque se decía que no respetaba al jefe de filas. Creo que en algún momento pudo equivocarse pero esa era su esencia. Era todo corazón.

Pero los sentimientos siguen en esta edición de la ronda española con otros protagonistas. Los cinco primeros se encuentran en menos de dos minutos y aunque la sensación generalizada es que Nibali es el principal favorito, la realidad es que el italiano no se ha mostrado superior a los demás hasta el momento. La crono del miércoles y los Pirineos reducirán la terna de aspirantes a ganar en Madrid y el Angliru pondrá el nombre del vencedor. Quedan muchas incógnitas por resolver y muchas emociones por sentir.

Esto es todo amigos. Un saludo!