La última llegada masiva antes del inicio de los Pirineos no concluyó con el premio buscado por el Team Direct Energie durante toda la jornada y el esfuerzo realizado para tratar de brindar una victoria a Bryan Coquard que le resarcieran de unas amargas tercera y segunda posiciones en los sprints de los días previos.

El conjunto de Jean René Bernaudeau se vacío y empleó a fondo para echar abajo la escapada del día y siempre tuvo a la pareja de fugados dentro de su radar de tiempos. Sin embargo después de completar todo el trabajo de una manera impecable Adrien Petit se encargó de colocar y subir hasta la cabeza del pelotón a Coquard pero el hombre rápido del Direct Energie no se encontraba en plenitud de facultades y ligeramente enfermo no se pudo meter en la pelea junto a Cavendish, Kittel, Sagan o Greipel por llevarse la etapa. Llegan ahora días de recuperación para Coquard que debe salvar los escollos de la montaña y recuperar fuerzas para seguir insistiendo en la victoria de etapa y no descolgarse en la pugna por el maillot verde de la regularidad.

Cumplida la semana de carrera los corredores ya han calentado las piernas y se enfrentan a la primera jornada montañosa en los Pirineos entre L'Isle Joudain y Lac de Payolle, de solo 162 kms. La subida de cuarta categoría no va a suponer ningún obstáculo para el grupo, pero si lo va a tener el imperial Col d'Aspin situado a siete kilómetros de la meta y que llevará a los corredores al mágico lago pirenáico en un vertiginoso descenso de siete kilómetros en el que se pueden marcar las primeras diferencias. En esos siete kilómetros se verá el espectáculo de los grandes bajadores, capaces de sacar de rueda a sus rivales más directos y volar en el asfalto en una disciplina de la que pocas veces se puede disfrutar en el ciclismo. A lo largo de la historia ha habido grandes bajadores como Samuel Sánchez, Paolo Savoldelli, Claudio Chiapucci y también Alejandro Valverde, Vicenzo Nibali y Purito Rodríguez destacan por su osadía a la hora de mirar hacia abajo. A buen seguro que en el descenso del Aspin se pueden marcar algunas diferencias, mayores incluso en los tramos de subida.

G7 Disc Nacida para los descensos
Para este tipo de bajadas los frenos de disco como última y más moderna tecnología se presentan como el material más indicado ante carreteras sinuosas en las que se coge una elevada velocidad y las cerradas curvas exigen una rápida y segura frenada en muy pocos metros.

La geometría de la G7 Disc mantiene la filosofía de las bicicletas BH de competición. Su sloping sitúa el centro de gravedad más bajo, haciendo que sea manejable y ágil. Y su trasera compacta hace que cada pedalada se transmita inmediatamente a la rueda trasera. El punto fuerte de la G7 Disc se encuentra en su capacidad de frenada. El cuadro ha sido diseñado para soportar los esfuerzos que se generan en cada frenada y para adaptar el nuevo estándar Flat Mount, que aloja las pinzas de freno de manera aerodinámica y más cercana al eje de los rotores.

Cumpleaños de Bernaudeau
La jornada es también especial en el seno del Team Direct Energie que afronta el 60 aniversario de su director Jean Rene Bernaudeau y que, un año más, le vuelve a pillar inmerso en la vorágine de un Tour de Francia. Ya se ha acostumbrado a tener que disfrutar cada 8 de julio al volante del coche y por las carreteras francesas desde hace muchos años y como ya un emblema del ciclismo francés. La celebración no ha podido ser redonda y solo ha faltado la guinda del un triunfo de etapa tras el tercer y segundo puestos que ha cosechado Bryan Coquard hasta la fecha.