Las Series Mundiales de Triatlón 2016 escharon el cierre con Mario Mola como nuevo Campeón del Mundo para certificar su crecimiento tras haber sido subcampeón los dos anteriores años. La temporada es perfecta para el BH Tri Team que coloca además a Fernando Alarza como medalla de bronce y tercer clasificado final en las World Series.

Después de tenerlo Mario Mola todo perdido ante la táctica de libro de los dos hermanos Brownlee, los 400 metros finales dejaron unas imágenes dramáticas que ya forman parte de la historia del deporte. El trabajo de los dos gemelos británicos fue impecable para guiar a Jonathan a la corona mundial, pero con todo a su favor el calor y humedad de Cozumel pasaron una terrible factura. A 400 metros de la llegada sufrió un colapso y se quedó sin fuerzas hasta que su hermano y Campeón Olímpico Alistair llegó a su altura le cogió de la cintura y le arrastró hasta la línea de llegada. “No es la forma como quería ganar el Campeonato del Mundo. Ha sido una carrera muy dura” afirmaba el balear al llegar a meta.

Un final épico y para la historia.
Las dos caras del deporte se vivieron en un instante que fue de fortuna para Mario Mola que pudo alcanzar la línea de meta para proclamarse Campeón del Mundo de Triatlón ante la fatalidad de su máximo rival y que hasta entonces desarrolló una carrera marcada por un perfecto guión táctico.

No empezó bien la prueba con un sector de natación en aguas abiertas en el que los 66 hombres nadaron en compacto grupo. En los metros finales se produjo el primer distanciamiento que ubicó a Mario Mola a 23 segundos de cabeza en el momento de la transición. Arrancaron los 40 kilómetros sobre la BH G6 Pro con esa desventaja respecto a nueve hombres de cabeza en el que de nuevo transitaban los dos Brownlee. El Campeón Olímpico Alister fue un gregario de lujo para su gemelo Jonathan y repitiendo la táctica que ya desplegaron en los Juegos Olímpicos de Río.

El mallorquín de BH Tri Team se vio inmerso en un amplio grupo de 45 unidades que vio como  la ventaja empezó a crecer hasta los 47 segundos, mediado el tramo de ciclismo ante la nula colaboración de una gran parte de ellos. A pesar de ser un grupo numeroso de perseguidores la falta de entendimiento fue notable y los segundos de desventaja fueron en aumento respecto a los ocho de cabeza. Así se llegó al minuto y 39 segundos al cambio de las bicicletas por las zapatillas y con un Jonathan Brownlee que enfiló los primeros metros en cabeza y oteando su corona mundial.

Se vio obligado el mallorquín de BH a otro esfuerzo con las zapatillas y en la primera vuelta de carrera redujo 18 segundos la desventaja frente a los gemelos Brownlee y Henri Schoeman que formaban el terceto de cabeza. La táctica de los británicos fue perfecta y, a falta de 3,5 kilómetros, Jonathan dio el acelerón definitivo para distanciarse de Schoeman, dejando  Alistair como guardián del tercer lugar y para ser el tapón que impidiera progresar a Mario Mola si llegaba la remontada del balear.

Apareció el golpe de calor en los 400 metros  finales para un Jonathan Brownlee que cruzo como pudo y con el rostro desencajado la línea final y que se vio superado por Schoeman como vencedor de la carrera.