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¿Qué es para tí una aventura?

Cada persona tiene una respuesta diferente a esa pregunta.

El día a día está repleto de aventuras y todas tienen una cosa en común: una vez vividas subimos ese listón imaginario que marca que experiencias consideramos una aventura.

Pero… ¿hasta dónde estás dispuesto a subirlo?

El francés Steven Lehyaric ha convertido las aventuras en el hilo conductor de toda su vida.

La bicicleta se convirtió en su compañera de viaje desde la infancia.

“Empecé en el ciclismo, tenía 5 años y medio y lo hice con el simple deseo de superarme. Para descubrir universos, regiones, luego países y continentes con mi bicicleta."

Es mi mejor amiga y mi peor enemiga al mismo tiempo considerando los lugares a donde la llevo.

¿El aventurero nace o se hace?

Lehyaric siempre tuvo esa inquietud aventurera y descubridora, pero durante años siguió un camino más tradicional dentro del ciclismo. Se dedicó a las competiciones donde llegó a rendir a buen nivel.

Después consiguió convertir su afición en su profesión, uno objetivo en sí mismo para muchísimas personas.Era una buena vida. Quizás no una vida fuera de lo normal pero, sin duda, estaba en una situación a la que aspiran muchas personas.

Y entonces llegó un acontecimiento a su vida que fue el catalizador de su cambio de rumbo total. En su caso fue el cada día más extendido efecto “burnout” y que llegó en 2016. Dejarlo todo atrás y empezar de cero.

En 2017 empezaba una nueva manera de vivir. 120 días en Nepal, recorriendo el Gran Sendero del Himalaya con sus 90.000 metros de desnivel positivo, fue la primera gran aventura de su vida.

Fue la semilla de la gran aventura que le permitió ganar popularidad. Sus hazañas, y su forma de transmitirlas, han servido para convertirse en un aventurero reconocido.

Esa experiencia en Nepal le llevó a pensar en repetir destino. Pero esta vez con su bicicleta.

Sabía que se iba a encontrar, y preparó su BH Lynx Race EVO para ello.

Una bicicleta ideada para triunfar en la Copa del Mundo de XCO se iba a convertir en la bicicleta que le llevaría a algunos de los senderos más altos del planeta.

NEPAL

Incluso aunque encontramos algunos albergues en la ruta, en el Himalaya a menudo estás solo frente a ti mismo.

Steven Lehyaric

Incluso aunque encontramos algunos albergues en la ruta, en el Himalaya a menudo estás solo frente a ti mismo.

Steven Lehyaric

“Nepal me cambió la vida. Mi obsesión por cruzar el Himalaya nepalí y sus ocho “8000m” vino de una observación bastante simple. Nos insisten en la magnificencia de los Himalayas, pero principalmente mostramos solo dos picos o macizos: el Everest y los Annapurnas.

Así que quise cruzar Nepal por uno de sus senderos más altos y duros: el Gran Sendero del Himalaya. Y mostrar todo lo que hay tras él. Su fauna, su flora pero también sus poblaciones nómadas y seminómadas. Además, es uno de los últimos territorios verdaderamente salvajes del mundo.

El Himalaya es un territorio protegido donde el hombre tiene muy poco lugar. El frío, la altitud, la falta de alimento, la imposibilidad de supervivencia de los animales y la dificultad de abastecimiento lo convierten en uno de los lugares más conservados del mundo pero también uno de los más hostiles.

La naturaleza es auténtica, salvaje.”

“El objetivo de este viaje era conseguir lo impensable, llegar lo más alto posible en invierno con la bici. Así que planeé mi itinerario varios meses antes de la aventura preparando una hoja de ruta, metas y objetivos específicos. Estos proyectos son también una oda a la libertad, a la pasión, a la superación, al compartir, a la aventura, a la vida en definitiva.

La altitud, el clima y la dificultad del esfuerzo se combinan para desgastarte física y mentalmente hasta el agotamiento. Mi pasado como ciclista aficionado, aunque modesto, me ha servido muchas veces, y por muchas razones: no abandonar nunca, aguantar, aprender a gestionar el esfuerzo en periodos de hasta 16-17 horas al día, mantener la cabeza fría, conservar la mecánica, ser capaz de rodar con poco equipo encima o no pasarme con el ritmo que llevaba cada día.”

Su compañera de viaje fue la BH Lynx Race. Pero con temperaturas constantemente bajo cero, enormes desniveles y senderos pedregosos que nunca fueron pensados para rodar en bicicleta…

¿Cuánto tiempo pudo pedalear en sus más de 1.500 km de recorrido?

El propio Lehyaric lo explica:

“Me preparé muy bien. Tanto para ir a pie como en bici. Creo que hice en bici el 50% del camino aproximadamente. Aunque parezca increíble, al final incluso disfrutaba cuando tenía que llevar la bicicleta a la espalda. Al final te adaptas a todas las situaciones. Tantas horas cargando la bicicleta hicieron que mi cuerpo y mi mente se acostumbrasen a esa dificultad.”

Descubre la lista de Steven Lehyaric Spotify

Aquel desafío fue el punto de partida. La línea de salida de su nueva vida que le ha llevado a estar en algunos de los entornos más hostiles del mundo. Y a completar algunas de las rutas más duras, exigentes, inhóspitas y salvajes que se pueden hacer sobre dos ruedas. Incluso recuperó su espíritu competitivo, ese con el que se inició en el ciclismo, pero aplicándolo a eventos de ultra resistencia.

Desde entonces, he hecho la ruta París-Dakar en 20 días (5600 km).

”Un Lhasa-Katmandú en 5 días, victorias y resultados significativos en carreras de ultra resistencia (Race Across France, French Divide, Bikingman, etc...). Todos estos proyectos son en realidad un apoyo para la preparación del Proyecto 666 con el objetivo de iniciar una travesía de la Antártida a finales del 2022 y antes para cruzar todo el Desierto de Gobi.”

Quiere los 6 grandes desiertos de cada continente. Y ya ha empezado. Ya ha completado su aventura en el desierto de Namibia. Un viaje de 4.250 km que completó en 18 días.

Ahora Lehyaric se puede considerar un aventurero profesional. Ese Proyecto 666 le va a tener “entretenido” los próximos meses.