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UNA AVENTURA EN ISLANDIA: DESTINO HIGHLANDS,
por Antonio Ortiz

Para Antonio Ortiz, el ciclismo siempre ha sido más que una simple disciplina. Es una manera de entender la vida. Un vehículo para el descubrimiento, no solo de nuevos lugares, sino de sí mismo. Este espíritu de exploración fue el motor detrás de su última gran aventura por Islandia junto al equipo de BiciLAB. Lo que comenzó como una idea para alejarse de las carreras y los dorsales, se convirtió en una experiencia de vida que unió aún más a un grupo de amigos y amantes del ciclismo.

El vínculo de Antonio con BiciLAB nació en la Cape Epic de 2023. La prueba reina del MTB por etapas. Tras esa experiencia, quedó claro que no necesitaban un dorsal ni un podio para disfrutar del ciclismo en su forma más pura.

Así fue como nació la idea de lanzarse a una aventura sin la presión de la competición, simplemente disfrutando del viaje, del compañerismo y de cada pedalada: “En esta ocasión se nos ocurrió la idea de hacer un bikepacking, que al final es disfrutar de la bici de otra forma: más distendida, conociéndonos a nosotros mismos y viviendo una experiencia diferente.”

Lo que más me gusta de la vida es vivirla, no que me la cuenten

Y eso es exactamente lo que hizo en esta travesía. Para él, la aventura no se trata solo de llegar a un destino, sino de todo lo que ocurre en el camino.

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Mientras Antun de BiciLab aportó su experiencia para crear un trazado lógico por Islandia, intentando evitar el que podría ser su principal enemigo, el viento, Antonio aportó el punto aventurero para desmontar ese plan y crear una ruta mucho más ambiciosa.

“Yo soy de los que me gusta conocer, recorrer y disfrutar desde el minuto 1 todo lo que es la vivencia. A mí la logística me satura mucho. Tener que depender de otros implica que se complique todo más: 5 personas, 5 bicis…Y entonces pensé, ¿por qué no salimos del propio aeropuerto y llegamos al propio aeropuerto en bici? Hacemos así la experiencia completa. No tenemos que depender de nadie que nos lleve, que nos traiga…”

Desde el momento en que decidieron salir directamente desde el aeropuerto en bicicleta, quedó claro que esta experiencia sería diferente. Nada de transfers. Solo ellos, sus bicicletas, y más de mil kilómetros por recorrer.
¿Qué más podían pedir?

La elección de la bicicleta fue un punto clave. Aunque el gravel está en auge y muchos lo asocian con viajes y aventuras, Antonio sabía que esta vez no era lo más adecuado. "El gravel me divierte mucho, pero tienes que conocer muy bien el terreno", comenta.

"En Islandia nos podíamos encontrar un terreno muy hostil y había que llevar una bicicleta que diese más confort y que permitiese rodar más relajado". Por eso optaron por una MTB BH Ultimate, una elección que permitió al equipo rodar de manera más cómoda y relajada.

No cambiaría nada de la elección de material que hice. Fue perfecta.

ULTIMATE

Además de la bici, la ropa también fue un punto muy importante a tener en cuenta para su aventura en bikepacking: “La logística es super importante en estos viajes. Tienes que minimizar lo que llevas, y optimizar muchísimo los espacios. Ahora, por suerte, tenemos unos tejidos que nos permiten precisamente esto. Abrigarte mucho, ocupando poco.”

Descubre la lista de Antonio Ortiz Spotify

El viaje no fue solo una prueba física, sino también una experiencia de convivencia. A lo largo de los días, el grupo de BiciLAB compartió kilómetros, pero también momentos únicos que los unieron aún más.

Esta aventura ha marcado un antes y un después. Me ha marcado de forma clara.

Cada día traía nuevos desafíos, pero también nuevas recompensas. Cada ascenso superado, cada curva, cada vista inesperada era una confirmación de que estaban en el lugar correcto, en el momento perfecto. Para Antonio, lo más importante era disfrutar de cada instante, y eso es exactamente lo que hizo.

Definiéndose como un viajero que fluye, prefiere vivir las aventuras en primera persona, sin prejuicios: “En este tipo de viajes me gusta más ilustrarme según la marcha. Las cosas que yo creo que tengo que saber antes de ir que son imprescindibles, sí que me las estudio. Pero prefiero ir más sobre la marcha y vivir esa cultura en el día a día para no ir con prejuicios hechos que pueden romper la esencia.”

Antonio Ortiz no es solo un ciclista, es un contador de historias a través de sus vivencias. Cada viaje, cada aventura, es una oportunidad para inspirar a otros a salir y explorar, a buscar sus propios desafíos, a encontrar su propio camino.

"Lo que quiero es disfrutar lo que hago y que la gente, de alguna manera, también consiga motivarse viendo lo que yo siento"

Antonio Ortiz

"Lo que quiero es disfrutar lo que hago y que la gente, de alguna manera, también consiga motivarse viendo lo que yo siento"

Antonio Ortiz

Y así, con cada pedalada, Antonio sigue mostrando que el ciclismo es mucho más que un deporte:
es una forma de vivir la vida.