La etapa con final en Angers tuvo el esperado desenlace al sprint con todos los especialistas de la velocidad implicados en un milimétrico triunfo de Cavendish y la tercera posición de Bryan Coquard que se fajó codo con codo con los dominadores de las llegadas masivas.

Sin embargo el gran protagonista de la etapa fue el Team Direct Energie que lució en la bocamanga de su maillot el nombre de Romain Guyot, ciclista e 23 años del conjunto filial amateur Vendee U, que falleció atropellado por un camión mientras entrenaba el pasado 3 de marzo y era natural de la localidad de Angers. En medio de la tranquilidad generalizada con la que discurrió la etapa y la fuga de Armindo Fonseca consentida por el gran grupo, en la recta final, a falta de 90 kilómetros, Thomas Voeckler con su BH Ultralight EVO pidió permiso al pelotón para saltar en dirección a la meta de Angers como mejor homenaje y acto de honra hacia Romain Guyot. También se cumplía la efeméride de que en el año 2004 la Grande Boucle llegó por última vez a Angers y el veterano Voeckler cruzó la meta visitiendo el maillot amarillo. Esta escapada le valió para subir al podium al final de etapa y recoger el premio a la combatividad de la jornada.

La fuga estuvo siempre bajo control del gran grupo que le permitió tomar ventajas que nunca pusieron en peligro una llegada masiva, pero sirvió para que Voeckler dejara patente su gesto de humanidad hacia el joven corredor fallecido en el mes de marzo. Fue el único momento destacado de una jornada de 223 kilómetros que se tomó con gran calma el grupo conscientes de que el desenlace al sprint era el guión a cumplir. No fallaron los pronósticos para contemplar como Cavendish superó por milímetros a André Greipel tras contemplar la foto finish que confirmó el triunfo 28 del británico. Con este triunfo iguala a Bernard Hinault, toda una leyenda del Tour y el ciclismo francés.

En tierras de Coco Chanel.
La cuarta jornada, entre Samur y Limoges, depara otra kilometrada de 237 para alcanzar la línea de meta y recorrer unos parajes que inspiraron a la gran Coco Chanel, originaria de Samur. Los corredores podrán contemplar esos lugares especiales que fueron la base de la gran diseñadora francesa y tratarán de vestirse con la más preciada creación que concede el Tour de Francia y arrebatar la túnica sagrada que viste Peter Sagan. La prolífica diseñadora mostró su particularidad rebeldía en la forma de ser para crear su propia tendencia y estilo en sus vestidos.

No parece que ese perfil revolucionario vaya a encajar esta etapa de 237 kilómetros que discurrirá con el patrón habitual de calma y tranqulidad durante muchos kilómetros, bajas revoluciones en el grupo, una fuga consentida que llegara a tomar bastantes minutos y después el acelerón final para dar las puntadas finales al patrón en las calles de Limoges y vestir en la pasarela del podium la prenda más especial del Tour de Francia.