“Desde este segmento llevé la carrera bien encaminada, y eso que el ritmo fue alto, sin momentos para poder relajarme. ¡Se me hizo eterno! Salimos en 49′ del agua un grupo bastante numeroso de unas diez unidades. En la transición adelanté unos cuantos puestos, y salí bien colocado para afrontar los primeros kilómetros de bici”.

Un sector, el de bicicleta, caracterizado por un circuito muy rápido y por haber tenido el viento a favor: “El ritmo no fue demasiado alto, por lo que me decidí a tirar e intentar abrir hueco en un par de ocasiones, pero sin éxito. He de decir que fue una carrera muy legal y limpia, siempre respetando mucho las distancias. El hecho de tener un juez por cada cinco profesionales hizo que la gente se tomara el tema del drafting muy en serio”.

Un agradable “sirimiri” acompañó a todos los participantes: “Nos vino muy bien, ya que la temperatura en la bici no fue muy elevada y permitió rodar a gusto. En cuanto nos cogió Chris Lieto se tocó zafarrancho de combate. Hice todo lo posible por mantener su referencia, pero finalmente se me ha acabó escapando y fui nuevamente absorbido por el grupo. A partir de ahí empezaron a caer los minutos, ya que seguíamos con un ritmo poco constante y a ratos bastante lento. Intenté subir el ritmo, pero tampoco era plan de arrastrar por la patilla a gente que no dio la cara en todo el día (risas). A falta de 15 millas llegó el ataque de Luke Bell y, viendo que iba bien de fuerzas, me fui tras él y conseguí abrir un hueco majo para afrontar la carrera a pie un poco más desahogados”.

Eneko afrontó el último segmento a tope: “Saliendo de boxes nos cantaron 6 minutos respecto a Lieto, por lo que pensé que la victoria aún era posible. Hasta la milla 5  de la carrera a pie no tuve buenas sensaciones corriendo, a partir de ahí poco a poco fui recuperando mis piernas de corredor y encontrándome mejor. Todo el rato corrí junto a Luke Bell, llevábamos un buen ritmo, pasando la milla 6 (aproximadamente 10 kilómetros) en 37′ cortos y la media maratón en menos de 1h 20′. De piernas iba bastante bien y, al comprobar que Luke flaqueaba un poco, tiré hacia delante en solitario. Por detrás, muy cerca, venía Tim O’donell, que se llegó a acercar muchísimo, por lo que subí un puntito el ritmo y poco a poco le fui ido sacando segundos para, finalmente, estar alrededor del minuto. En los últimos 500 metros ya vi que no se me escapaba la victoria y disfruté muchísimo de esa última parte de la carrera”, finaliza.