Mario Mola se proclamó de nuevo Campeón del Mundo de Triatlón en Rotterdam después de una carrera de mucho controla y táctica que sirvió al mallorquín para convertirse en bicampeón tras una fabulosa temporada.

La gran final de la Series Mundiales se desplazó a Rotterdam para asistir a una lucha entre cuatro aspirante a la corona mundial, pero con la gran ventaja a favor del de BH Tri Team que era el único que dependía de si mismo, al necesitar solo un quinto puesto, sin estar atento a los resultados de los rivales. Por su parte, Fernando Alarza no pudo revalidar el bronce de 2016 y terminó en el quinto lugar de la general final tras lograr la undécima posición.

El de BH Tri Team cierra una temporada de ensueño con un tercer puesto en el podium final que redondea el curso en el que logró cuatro triunfos  (Goldcoast, Yokohama, Hamburgo y Edmonton). Solo las dos últimas flojas carreras añadieron e moción a la carrera de Rotterdam, que siempre tuvo bajo control el balear. Los nervios y la tensión se palpaban en el pontón de salida de Rotterdam entre todos los aspirantes a proclamarse campeones.

En el sector de natación se vivió una apretada pelea por llegar a la primera transición en primera posición. De nuevo fue Richard Varga el mejor nadador con Mario Mola que enfiló el camino hacia su BH G7 Pro a 26 segundos de la cabeza. La transición para coger las bicicletas propició una fractura entre los participantes que dejó por delante a destacados rivales como Gómez Noya o Brownlee que trataron de aumentar la ventaja frente al segundo pelotón.

En ese grupo marchaban Mola y Alarza y tuvieron que  ponerse el mono de faena para evitar sustos mayores. Con el trabajo de Blummenfelt lograron estabilizar la renta en los 15 segundos y para la segunda vuelta, de las siete que hubo que completar sobre un sinuoso y peligroso trazado, ya se produjo el reagrupamiento. Hubo intentos de fuga en las cinco vueltas restantes, pero ninguna de ellas fructificó y todo quedó abocado a resolver la carrera y el mundial en el sector de atletismo, en el que quedó patente la maestría del nuevo campeón.

Manteniendo el quinto lugar
Con las zapatillas puestas Mario Mola echó mano de la calculadora y se aferró al quinto lugar del grupo de elegidos que le pasaportaba al título mundial por segundo año. Permaneció impasible a los intentos de escapada de Brownlee y Blummenfelt y fue dejando transcurrir los kilómetros. Siempre tuvo bien controlado a Gómez Noya como su más peligroso y directo rival y en los metros finales no entró en la pugna por un quinto triunfo y se limitó a rebasar al gallego, que cruzó la meta con unos leves problemas musculares.

La felicidad invadió el rostro de un Mario Mola que ya es una estrella más en el firmamento del triatlón mundial y que disfrutó con la ceremonia en la que de nuevo se le reconoció como el mejor de la disciplina. La temporada 2017 ya es historia para un Mario Mola que centra sus miradas en un año venidero y el reto de enlazar tres mundiales seguidos.