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16/09/2010
Xacobeo Galicia cumple en la 18º etapa y mira ya a la cima de "La Bola del Mundo"
El Xacobeo Galicia se pasó la decimoctava etapa de la Vuelta a España con la vista puesta en el cielo y en las banderolas que levemente agitaba el viento, mientras la mente iba por delante, en busca de la decisiva jornada del sábado. La etapa fue de Valladolid a Salamanca, sobre un recorrido de 148,9 kilómetros y un perfil llano, a gusto de los velocistas.

En la ciudad del Tormes Mark Cavendish se anotó el tercer sprint consecutivo en la Vuelta, con mucha suficiencia. No hubo cambios sustanciales en la general, por lo que el duelo entre Nibali y Ezequiel Mosquera se mantiene en el punto que lo había dejado la contrarreloj de Peñafiel, con 38 segundos de diferencia entre ambos.
Paradójicamente, ya no llueve a gusto del Xacobeo Galicia –seguramente tampoco del líder- en estas etapas llanas que aventuran llegadas masivas, porque el agua sólo aporta riesgos de caídas en los kilómetros finales, sobre trazados urbanos curvilíneos. Álvaro Pino y José Ángel Vidal tuvieron un ojo puesto en el cielo durante toda la jornada, intentado interpretar las posibilidades de descarga de los nubarrones que cubrían el cielo a medida que la carrera se adentraba en la provincia de Salamanca.
Por fortuna las gotas que cayeron lo hicieron antes de llegar a la capital, que recibió a los ciclistas con un tímido sol y el asfalto seco. Eso no impidió que en el sprint el pelotón principal se fraccionase en tres grupos. El primero, al que daba tiempo Cavendish (HTC-Columbia), lo integraron trece corredores. Uno segundo, de quince unidades, con los cuatro primeros de la general, llegaba a 5 segundos; y el tercero, mucho más numeroso, cedía 9 segundos. Ezequiel Mosquera fue decimoctavo.
Tampoco se pudieron descuidar los directores deportivos en el viento. Un factor a tener muy en cuenta en los abiertos campos de Castilla, cuando el itinerario sigue prolongadas trayectorias rectilíneas. Pero, por lo general, sopló débil y de cara. Los ciclistas del Caisse D´Epargne hacia el final de la etapa intentaron poner ritmo en busca de la sorpresa, pero la acción duró poco porque no se daban las condiciones adecuadas para provocar un abanico.
Entre tanto, la mente de los técnicos va por delante, traspasando la línea del horizonte, en busca de la decisiva etapa del sábado en La Bola del Mundo, donde, si no ocurre ningún imprevisto, se certificará el vencedor final de la carrera.
En la salida en Valladolid, sin embargo, el pelotón dio muestras de una relajación poco habitual. Los ciclistas, por vez primera en la Vuelta, esperaron de forma masiva el comienzo de la etapa en el Punto de Encuentro, en lugar de hacerlo en sus respectivos autobuses de equipo. Sabían que las posibilidades de que la escapada fructificase eran mínimas, por lo que no había esa tensión de otras veces por cogerla.
Prueba de ello es que en el kilómetro cinco ya se había formado la fuga, con ocho corredores: Estrada y Toribio (Andalucía-CajaSur), Pichot (BBox Bouygues), Urtasun (Euskaltel Euskadi), Benítez (Footon-Servetto), Pietropolli (Lampre) Kaisen (Omega) y Roels (Milram). Conscientes de que iban a tener muy pocas opciones, tampoco se gastaron demasiado y la ventaja anduvo siempre por debajo de los dos minutos y medio.
Ezequiel Mosquera aumenta su popularidad en España e Italia
Ezequiel Mosquera cala entre la afición española. Sus puestos de honor en las tres ediciones anteriores de la ronda española y su comportamiento ofensivo en la montaña habían convertido al ciclista gallego en uno de los favoritos de la afición. Ahora su popularidad puede trascender a un público mucho más amplio, con el duelo que mantiene desde la contrarreloj del miércoles con Vicenzo Nibali por la victoria final en la Vuelta.
Esta rivalidad con el italiano también está haciendo que él y el equipo Xacobeo Galicia cobren notoriedad en Italia, un país con mucha tradición ciclista. Los medios italianos, según nos comentan periodistas que cubren información para el país transalpino, demandan información sobre el segundo de la general, que el sábado se medirá a su compatriota.