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09/07/2013
Etapa 10: En casa del panadero
Ha comenzado la segunda semana de carrera y hemos llegado a la zona de Bretaña, cuna del ciclismo francés, de grandes campeones como Hinault o Bobet (el panadero de Saint Méen) y del BH Sojasun. La pasión por este deporte en tierras bretonas es sólo comparable a la que existe en Bélgica y en País Vasco y eso se ha notado en unas carreteras abarrotadas de un entregado público. Es impresionante como se vuelca la gente con los “esforzados de la ruta” aplaudiendo a sus corredores locales pero también a aquellos a los que apenas conocen.
Hay muchos niños soñando con llegar algún día a disputar la prueba más importante del mundo y por eso el respeto y la admiración es máxima hacia todos. Hoy preocupaba mucho el viento y ha soplado a lo largo de prácticamente toda la etapa, en ocasiones de forma lateral, otras en contra y otras a favor pero no ha sido determinante en el desarrollo final aunque los más débiles se han cortado incapaces de aguantar el vertiginoso ritmo en la parte final del trazado de los equipos de los velocistas que querían colocar lo mejor posible a sus hombres rápidos.
Como os decía antes, estamos en "territorio Sojasun" y por eso teníamos muy claro que nuestra gente tenía que vernos en cabeza. Hemos recibido la visita del sponsor y eso significa un plus de responsabilidad para todos pero una vez más la escuadra ha estado a la altura de las circunstancias. Hemos sido protagonistas en casi todas las etapas de la prueba y hoy con mayor motivo teníamos que serlo. Julien Simon es bretón, tenía amigos y familiares en la cuneta y se ha metido en una escapada junto a otros cuatro valientes rodando 190 kilómetros en cabeza de carrera, siendo absorbidos por el pelotón a cinco de meta. Soñar es hermoso y además es gratis y queríamos pensar que la fuga podía llegar pero siendo sinceros, el gran grupo tenía la carrera controlada y era una quimera pensar que pudiesen llegar en solitario. Una pena porque nuestro hombre era el más veloz de los cinco y tenía muchas opciones de vencer, pero la dictadura de los sprinters es difícil de romper. Pese a todo estamos muy satisfechos de cómo se están comportando nuestros ciclistas, especialmente un Julien Simon que está dando un paso adelante y que en los primeros días se quedó a un mísero segundo de coger el maillot amarillo. Hemos tirado unas cuantas veces al palo y seguiremos buscando el gol.
Como os comentaba, era muy meticuloso y fue alguien importante e incluso un precursor de la preparación atlética . Al paso de los años y después de la época Coppi-Bobet, la evolución técnica es aún mayor y al entrar en los años 60 la bici pesa ya 10 kilos. Por otra parte, los desarrollos van aumentando de manera impresionante en la década siguiente. Eddy Merckx utiliza por primera vez un piñón de 12 dientes y se habla de 53 y 54 para los platos. Ni pensarlo. Luis Ocaña, el español de Mont de Marsan, lanza la moda del titanio, usado en la aeronaútica, para ganar aún peso pero la rigidez es un elemento fundamental para la seguridad. Al final Luis se focaliza sobre los accesorios como los piñones, juegos de direcciones o manetas. Bajamos a menos de 10 kilos a principio de 1970. Como han cambiado las cosas. Mañana tenemos una etapa importante también en este sentido con una contrarreloj donde los desarrollos y el trabajo de los mecánicos va a ser fundamental. Aunque lo decisivo serán las fuerzas de los corredores, cada vez más fatigados pese a la jornada de descanso de ayer. Será en un escenario fascinante: Moint Saint Michel.