filtrar resultados

Filtrar por

14/07/2014

Pobre de mí

Pobre de mí
 
El Tour de Francia y San Fermín han vivido hoy una jornada de despedida y ambos han entonado el “Pobre de mí”. Esta canción la cantan los mozos y mozas pamploneses para finalizar sus fiestas y en esta dura jornada montañosa ha significado el adiós de Alberto Contador a la ronda gala. Se ha caído bajando el Petit Ballon, una zona muy peligrosa por la lluvia y las curvas cerradas que hacían previsible una situación similar. Nosotros que íbamos en el coche, delante del pelotón, vaticinamos que algo así podía suceder y desgraciadamente no nos equivocamos. Su abandono es un golpe para la prueba ya que se encontraba en un momento magnífico y además es un ciclista que siempre apuesta por el espectáculo y su intención hoy era poner la carrera patas arriba en las duras rampas de La Planche des   Belles Filles. Os he repetido muchas veces que para ganar el Tour hay que ser el mejor pero también tener mucha suerte y este año la “Diosa Fortuna” no ha tenido compasión ni de Contador ni de Froome. 
 

En esta tesitura es Nibali el gran favorito para vencer en París y de momento el Tour habla italiano. Ahora mismo es el más fuerte de la carrera y hoy ha dado otro golpe de autoridad en la subida final aunque todavía queda mucho terreno por delante y los rivales, especialmente Porte, Valverde, Talansky o Van Garderer, deben hacer todo lo posible por ponerle las cosas complicadas. Hay una cosa que me gusta mucho de Nibali y es su cercanía, es un campeón humilde que cae bien a los aficionados. Hoy cuando ha acabado la etapa y ha recibido todos los premios en el podium, ha estado con su masajista y no se ha separado de él. Me ha venido a la mente Lance Armstrong y lo diferente que era todo con el norteamericano: estaba rodeado de un enorme séquito donde había hasta guardaespaldas y todo aquello parecía muy exagerado en un deporte poco dado a la ostentación. Por eso, la sencillez de Nibali es algo muy positivo para el ciclismo.
 

Otro gran campeón era Luis Ocaña, mi ídolo. Ayer se cumplían 45 años de su caída en el Ballon d'Alsacia. La imagen de sus compañeros de Fagor empujándole para llegar a meta se convirtió en una de las fotografías emblemáticas del Tour y de la propia empresa de electrodomésticos que la utilizó como símbolo de unidad. El del 69 era su primer Tour y aquella desgracia le privó de poder pelear por la victoria. Aunque la mayor desgracia de Ocaña  fue en 1971 donde sufrió una caída gravísima en el Col de Mente cuando tenía la prueba en su mano tras haber pasado por encima de Eddy Merckx en las jornadas precedentes. Es curioso como prácticamente el mismo día aunque muchos años más tarde otro gran campeón como Contador sufre un percance similar que le priva de poder llevarse el maillot amarillo. 
 

Mañana llega el primer día de descanso que los corredores agradecerán ya que están exhaustos. El recorrido pero sobre todo la lluvia les está pasando mucha factura ya que está siendo una de las ediciones con peor temporal que recuerdo y eso se nota en la escasez de fuerzas y en las numerosas caídas que están afectando a todos, no sólo a los líderes. Y el miércoles vuelta a la carretera con dos jornadas complicadas pero teóricamente sin movimientos entre los favoritos de la general. Y posteriormente llegarán los Alpes donde tendrá que haber pelea para tratar desbancar al líder de su privilegiada posición. Esperemos que los jóvenes demuestren su valentía y  apuesten por ganar y no por ser conformistas. Yo espero batalla.

Esto es todo amigos. Un saludo desde el Tour de France.